sábado, 24 de marzo de 2012

Bucardo


Hoy, entre la casualidad y amigos en común he tenido noticias de un viejo conocido, con quien en cierto modo trabajé durante un año, acabando con muy mala impresión mutua y peor relación, y que mucho antes había sido casi un amigo.

Con esto de los blogs, twitter y redes sociales, la libertad del pseudoanonimato que nos ofrecen, o al menos la posibilidad de no tener que defendernos por quien somos o que opinamos de manera muy directa, han hecho que sepa algo más de él, que comprenda la mala situación que vivía tiempo atrás, cuando nuestra relación se deterioró y una cierta rivalidad, enemistad o poca empatía nos enfrentaban.

Puede ser el pseudoanonimato de la red, o la ya asimilada, superada y aceptada condición de su persona, que completamente aceptable y natural, hace 5 años, cuando contábamos 19 le inquietaba y no aceptaba.

Es curioso saber hoy, que entonces él libraba una lucha interior, de aceptación y de miedo, que afortunadamente ha superado, aunque ahora viva a kilómetros de su casa, de su familia y de su anterior vida en que aun no se conocía a si mismo, o le daba miedo hacerlo.

Ahora, con el paso del tiempo, veo que ha tenido que desprenderse de todo cuanto era y su pasado, de su entorno y empezar de cero, con plena conciencia de si mismo, con plena aceptación por su parte, pero con miedo de no ser aceptado en el que siempre fue su entorno, y eso, tiene que ser muy difícil.

Curiosamente, después de tanto tiempo le recuerdo con el cariño que se recuerdan a los viejos amigos, y me apena que ese chaval, con el que crecí, ahora forme parte del pasado por que vivamos en una sociedad cuadriculada en que la gente que se sale de la regla, que sus gustos no son los que la mayoría tenemos tenga miedo a ser ellos mismos.

Espero que en la otra punta del país le vaya bien a aquel chaval de los mil nombres que un día conocí y con el que no siempre me llevé demasiado bien. Un fuerte abrazo Bucardo

jueves, 22 de marzo de 2012

Yo siempre me siento feliz

Yo siempre me siento feliz, ¿sabéis por qué? Porque no espero nada de nadie; esperar siempre duele.

La vida es corta, por eso ama la vida. Se feliz y sonríe siempre. Solo vive para ti y recuerda:

Antes de hablar, escucha;
Antes de escribir, piensa;
Antes de herir, siente;
Antes de odiar, ama;
Antes de rendirte, intenta;
Pero sobre todo, antes de morir, VIVE
(William Shakespeare)

Jarabe de Palo en el ambulatorio

Leyendo la prensa he visto que las agresiones a los médicos están al alza, con un aumento del 9'2%, y 496 agresiones durante 2011, que tenga conocimiento la Organización Médica Colegial, claro, que es la que aporta esta información.

Y es que ahora, en nuestros centros sanitarios se reparte Jarabe de Palo, pero no por parte de los médicos...

Ante esto, los sanitarios de Bilbao, como buenos vascos que son, están recibiendo clases de defensa personal, para repeler las posibles agresiones. Entre tanto, en el resto de España nos echamos las manos a la cabeza o lo utilizamos como arma política.

¿Cada vez los delincuentes acuden más a los centros sanitarios?
No pinta ser esa la respuesta, según cuentan los medios, más de la mitad de los agresores no tenían antecedentes.

¿"Locos"? Sólo el 17% tenía chisporroteo de cables, y antes de que alguien piense en la figura del yonqui violento, decir que solo el 9% eran toxicómanos.

¿Y entonces? Pues bajo mi punto de vista, y como diría Pedro Almodovar, se trata de la educación, de la mala educación. Los centros de enseñanza ya no son centros educativos, como antiguamente se les conociera. Ahora son centros de formación, allí no se educa, no se desarrolla a la persona, solo se trabaja con su capacidad cognitiva, pero nada de la moral.
Se le enseñan idiomas, matemáticas, ciencias y a cuidar su cuerpo, esto último solo en teoría en gran cantidad de centros. Se desarrolla la capacidad y agilidad mental, el razonamiento verbal y numérico. Se enseña historia de la filosofía, pero no a pensar por uno mismo.
No se enseña a perder, a no ser el mejor, todo lo contrario. No se enseña a respetar ni a resolver conflictos, no se enseña a superar dificultades y obstáculos, a darse un batacazo y recomponerse. Únicamente se forman mentes, no personas, o ciudadanos. Eso queda para casa, ¿Pero a que padre le enseñaron a educar? ¿Cómo negar a ese pobre desgraciado tener una prole? ¿Cómo evitar que cantidad de niños crezcan en casas desestructuradas?

La competitividad ha llevado a la deshumanización de la escuela, y esos agresores, no son más que niños grandes que no saben manejar sus problemas. Niños con gran cantidad de conocimientos a quien nadie le ayudo, ni enseñó a crecer.

Evidentemente no tengo la solución para el problema, pero tengo muy claro que lo que falla no es que los sanitarios no sepan defensa personal (que habrá que ver que pasa si un enfermero le parta la cara a algún familiar de paciente alterado). Llo que fallan no son los medios, que son los que hay, lo que falla es la educación, como en casi todos los grandes problemas de nuestra sociedad. Sólo somos unos malcriados exigiendo, ese es el problema.







Si te apetece leer algo de información sobre la escalada de las agresiones ahí abajo dejo algunos enlaces de prensa de todos los gustos, colores y cortes. Que lo mejor que uno puede hacer, es leer y pensar por uno mismo.

20 MinutosEl CorreoIdeal GranadaEl Mundo, en el ABC no leo referencia alguna y en El País tampoco.
"Cuanta mayor es la dificultad, mayor es la gloria" (Cicerón)