Las relaciones son un fiel reflejo de esto. Pasaremos por chorrocientas experiencias hasta que encontremos la definitiva, si es que lo hacemos.
Y cada vez que una de estas experiencias se joda, sufriremos, porque nos cuesta, nos cuesta asumir los cambios, nos cuesta asumir que no tenemos el control, asumir que las cosas se acaban, que las situaciones cambian, y que todo está com al principio, que hay que volver a empezar de nuevo, ahora que nuestro castillito de cartas parecía sostenerse por sí solo.
Y aunque esas cosas siempre avisan, no queremos verlo, nos empecinamos en no darnos cuenta de que está sucediendo, hasta que todo se colapsa, hasta que llegamos demasiado lejos y prolongamos una agonía hasta convertirla en sufrimiento.
Las cosas no se acaban de repente, de un día para otro, se van enfriando, estancando, monotizando, poco a poco. Siempre hay una fase en que empiezan las discusiones absurdas, en que lo más mínimo le sienta mal a esa persona, en que ya no tienes ganas de moverte del sofá o dejar a los amigos para ver a esa persona. En que habeis perdido esa imaginación, esas ganas, ese interes. Empieza a hacerse todo rutinario y obligatorio, los viernes cuando termines de entrenar te recojo, compramos y nos vamos de botellón, luego nos vamos a aquel descampado y otra semana igual. Es la muerte. Los pequeños detalles desaparecen, porque ya no hay interes. Esas virtudes ahora son defectos, ya no habla bien, ahora es un prepotente y pedante. Las pequeñas locuras se esfumaron. Y las obligaciones empiezan a surgir... es el momento de darse cuenta, se acabó. Todo lo que prolonguemos esa agonia acabará siendo en problemas, las discusiones cada vez serán más absurdas y frecuentes, cada vez habrá un mayor resentimiento y tarde o temprano explotará todo. Acabará todo, y lo que pudo terminar bien, amistosamente, en un oye, me encantas pero no ha funcionado, acaba en una "enemistad", en cuchicheoy malas caras, en problemas, en amigos en medio que se ven obligados a tomar partido, con lo que perderas a unos pocos...
Hay que saber asumir el suelo que pisas. Lo que no funciona, no tiene razón de ser. Pero eso, es un gran reto.

que molón te ha quedado el carakolillo de carreras, impresionante tío.
ResponderEliminarEn realidad no es mío, lo cogí de: http://img22.imageshack.us/img22/6734/caracolx.jpg
ResponderEliminar